domingo, 4 de abril de 2010

Historia




Desde niño, me inicié en labrado de la madera, haciendo pequeños juguetes con los cuales poder entretenerme, pues no había otra forma de tener juguetes, ya que no estaba el dinero como para gastarlo en juguetes, por lo cual había que ingeniárselas para divertirse; recuerdo que hacía autitos con las tablillas de cajas de tomates, carretillas de dos ruedas, las cuales podían ser de madera o de latas de “pasta de zapatos”, aviones en miniaturas, trompos, pistolitas. Ya más adelante, cuando mi familia adquirió un televisor, el cual era en blanco y negro, fui interesándome en películas de acción y ficción, con las cuales fui haciendo pistolas de maderas con elástico de billetes, que lanzaban pequeños palitos o piedras. Al ver películas del Oeste en las que aparecían Cheyennes o Siux, quise hacer arcos y flechas, los que los hice de avellano, maqui o mimbre, pues son maderas de hebras muy flexibles.
En la escuela en donde hice mis estudios básicos, desde 5º a 8º básico, se impartía una nueva asignatura, ésta estaba enfocada a proporcionar cierta destreza en algo por si no se continuaba estudios medios o superiores. Esta asignatura era Carpintería, en la cual aprendí a usar nuevas herramientas y algunas medidas de seguridad, como también hice varios trabajos, los que aún me dan utilidad en mi hogar como esquinero, repisas, bandejas y paneras, entre otros.
Así fui complementando la madera con diversos materiales, con los que hice una silla de montar a escala, para luego hacer una a escala real. En aquel tiempo, cuando por recomendación de mi padre, hice los lomillos de la montura de madera de lingue, con lo que me sobró pude hacer mis primeras pivilka. También hice algunas medallitas de madera de Guayo, pues se cree que el Guayo espanta los malos espíritus, las que usaba como amuletos.

A mediados del 2009, comencé nuevamente a trabajar en madera, pues tenía el tiempo para hacerlo. Lo que pretendía hacer eran dibujos en maderas rústicas, pero no lo pude lograr, entonces por descarte, aprovechando unos pedazos de pellín hice un par de pivilka y con lo restante algo similar a una clava mapuche, la que después me sugirieron hacerla del tamaño de una moneda grande, tanto para medalla como para llavero, por la cual me pagarían. Lo que me llamaba mucho la atención era la técnica del pirograbado, pero no tenía el instrumento, intenté varias alternativas, hasta que con un cautín de 80 w. logré quemar y dibujar en un trozo de madera, comenzando a pirograbar rústicamente (hasta hoy pirograbo rústicamente jajaja) diversas imágenes.
Al participar en un Ngillatun, junto a un hermano toqué las pivilka que había hecho por descarte, las que llamaron la atención de una lamgen, la que me encargó una que tuviese 2 agujeros. Elaboré la pivilka, la pirograbé, le puse un cordel de lana de oveja, reduje la clava como me lo habían sugerido, las hice llaveros y medallitas, y sin pensar estaba ante mí, una entretenida alternativa de trabajo y de negocio, pues ¡¡todos estos productos los logré vender rápidamente!!. Así comencé a buscar nuevas formas para trabajar la madera, creando y mejorando diversos diseños, inspirados principalmente en la cultura de mis ancestros, la Cultura Mapuche.
Fue así como comencé a producir más y variados productos, elaborados en su totalidad en madera nativa, principalmente de pellín de roble y coigüe.

En Noviembre del 2009, me invitaron a participar en una feria artesanal a realizarse en el mes de Diciembre de ese año. Con la ayuda de unas cuantas herramientas muy rudimentarias se logró hacer un pequeño stock de productos, los que en dicha feria tuvieron gran acogida y demanda.

Todo iba viento en popa, cuando días más tarde desde aquella feria, me avisan de un pequeño fondo concursable de la Conadi Cañete, en el que el proceso de postulación fue en forma relámpago, pues eran recursos sobrantes de la Conadi Arica, quien traspasó dichos recursos para ser postulados dentro del año 2009. Entonces postulé un proyecto llamado “Mamell Dungün, el lenguaje mapuche a través de la madera”, con el que gracias a mi Señor Jesucristo, mi Vucha Chau Dios, me adjudiqué un presupuesto con el que logré adquirir herramientas nuevas y sofisticadas con las cuales he podido crear, diseñar y elaborar variados productos, los que se ofrecen en este sitio, no sólo con el afán de vender, sino más bien dar a conocer mi humilde arte y algunos aspectos y/o elementos de la Cultura Mapuche, demostrándole a mis lectores y público en general que el Pueblo Mapuche vive, sigue y seguirá vigente en diversos aspectos de nuestro vivir, resistiendo el proceso de exterminio por parte del e$tado $hileno.
¡En camino a la liberación, independencia y autonomía de la Nación Mapuche! Lemorria Pu Peñi, Pu Lamgen, Newentulepe Pu Mapu Che…

Mis humildes y respetuosos saludos a todos mis hermanos que practican el control territorial, a los presos políticos y clandestinos mapuches; presos injustamente de la tiranía $hilensis…
Marri Chi Weuw!!!!

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